DIVERSIÓN Y OCIO

Si vas a Monza, la F1 no es lo único que te espera. Aquí tienes algunos consejos para animar tu viaje.

Una visita obligada para todos los aficionados al automovilismo es el óvalo de alta velocidad. La antigua pista con terraplenes de los años 50, donde se celebraban carreras de F1, forma parte del Parque de Monza. Oficialmente no es accesible, pero todos los aficionados saben que aquí los agujeros en la valla son generosos. Tanto es así, que en días menos expuestos que durante un fin de semana de carreras de F1, incluso se puede meter un coche en la pista banqueada y hacer una foto. Durante la carrera de F1 de Monza, al menos puedes caminar hasta la pista y hacerte una bonita foto del hormigón donde se hizo historia del automóvil.

La fábrica original de Alfa Romeo ya no se encuentra en el centro de Milán. Aun así, merece la pena visitar el Museo Alfa Romeo de Arese, en las afueras de Milán. En unas horas, podrás explorar la rica historia de Alfa Romeo, desde los coches civiles hasta los legendarios bólidos que dominaron los circuitos antes y después de la II Guerra Mundial. Las entradas se compran en la puerta.

El Duomo de Monza es una obra maestra arquitectónica construida en el siglo XIII. Su singular mezcla de estilos románico y gótico y su impresionante interior no dejarán indiferente a nadie.

La Villa Real, también conocida como Palacio de Monza, es un palacio neoclásico construido por los Habsburgo en el siglo XVIII. Está rodeado por el inmenso Parque de Monza, uno de los mayores parques cerrados de Europa.

Cuando vas a visitar Milán, no debes perderte el Duomo, en el centro de la ciudad. El Duomo de Milán es el monumento gótico más importante de Italia y una de las iglesias góticas más grandes del mundo. La singularidad más fantástica de la Catedral de Milán es la posibilidad de visitar su tejado. Hay un camino de un solo sentido a lo largo del borde del tejado con unas vistas asombrosas. Con tiempo despejado, el tejado ofrece vistas que llegan hasta los Alpes. Se recomienda reservar la entrada con antelación en el sitio web oficial.

La Galería Vittorio Emanuele II es uno de los monumentos más famosos de Milán (Italia). Esta impresionante galería comercial, que lleva el nombre del primer rey de Italia, se construyó a finales del siglo XIX y presume de un hermoso techo de cristal y una fastuosa decoración. Los visitantes pueden comprar artículos de lujo, cenar en restaurantes o admirar la impresionante arquitectura.

Milán cuenta con una moderna red de transporte público, pero en sus calles aún circulan viejos tranvías de madera. Montar en ellos es una gran experiencia por la que en otras ciudades se pagaría una entrada muy cara. Sin embargo, aquí son bastante comunes y se pueden utilizar con un billete normal, ya sea sencillo o para varios días.

Corso Como es una calle peatonal repleta de decenas de restaurantes, bares y cafés abiertos desde primera hora de la mañana hasta bien entrada la noche. Este famoso distrito comercial comienza en la bulliciosa estación de tren de Porta Garibaldi. Corso Como es el lugar ideal para disfrutar de un ambiente auténticamente italiano.